por: José Lahoz.
En la República Dominicana, el panorama mediático está experimentando una transformación significativa a medida que la televisión abierta y por cable pierden terreno frente al ascenso imparable de plataformas digitales como YouTube, Netflix, Prime Video y otras de video on demand. Este cambio de preferencias refleja una evolución en los hábitos de consumo de los dominicanos, quienes optan cada vez más por la flexibilidad y la diversidad de contenidos que ofrecen estas plataformas.
Los programas de entrevistas y comentarios, una vez dominantes en la televisión, están dando paso a una nueva forma de expresión: los podcasts. Esta modalidad, caracterizada por su formato de audio y su accesibilidad a través de diversas plataformas en línea, ha ganado popularidad entre aquellos que buscan contenidos más personalizados y la libertad de consumirlos en cualquier momento y lugar. La televisión tradicional enfrenta así el reto de adaptarse a estas tendencias emergentes.
A medida que plataformas digitales como YouTube florecen, algunos creadores de contenido adoptan estrategias extremas para obtener vistas rápidas, incluso recurriendo a lenguaje indecoroso o imágenes controvertidas. Esta búsqueda desenfrenada de audiencia plantea interrogantes sobre la ética y la calidad del contenido, poniendo de manifiesto la tensión entre la necesidad de captar la atención del público y mantener estándares de respeto.
La voracidad por las vistas inmediatas en las plataformas digitales plantea la interrogante de la sostenibilidad en el tiempo. La baja calidad y la falta de respeto al público pueden generar un éxito efímero, pero a largo plazo, la audiencia puede cansarse de contenidos que carecen de valor y profundidad. La televisión tradicional, a pesar de sus desafíos, busca mantener la calidad y la conexión emocional con el espectador, enfrentándose así al dilema de equilibrar la urgencia de las vistas con la perdurabilidad del contenido.
Los trabajadores de la televisión enfrentan la encrucijada de adaptarse a los nuevos tiempos o resistirse al cambio. La nostalgia por la era dorada de la televisión puede llevar a la resistencia, pero aquellos que abrazan la evolución digital encuentran oportunidades para explorar nuevos formatos y llegar a audiencias más amplias.
A medida que la televisión evoluciona y las plataformas digitales dominan el espacio mediático, la medición de la influencia positiva en el público se convierte en un desafío. Las herramientas existentes pueden no ser suficientes para capturar la verdadera repercusión a lo largo del tiempo. La evaluación de la calidad y el impacto duradero de los contenidos digitales requerirá un enfoque más integral y una comprensión más profunda de la conexión entre los espectadores y el contenido.
La televisión dominicana se encuentra en un punto de inflexión, navegando entre las tradiciones arraigadas y las demandas cambiantes de una audiencia digital. La adaptación, la calidad del contenido y la búsqueda de un equilibrio entre la inmediatez y la perdurabilidad se perfilan como elementos cruciales en la evolución de la televisión en la República Dominicana.
