PAKISTAN: Ascienden a 54 los muertos en un atentado suicida

PAKISTAN, 1 ago.- Las autoridades paquistaníes han elevado a 54 la cifra de fallecidos por el atentado perpetrado contra un acto del partido islamista más importante de Pakistán, el Jamiat Ulema e Islam (Fazl) (JUI-F), en Jar, en la frontera con Afganistán.
La Policía ha indicado que las primeras investigaciones apuntan a Estado Islámico como responsable del ataque, por el que todavía hay 83 personas hospitalizadas en distintos centros sanitarios, según datos del portavoz del Departamento Antiterrorista de Pakistán, el general Shokat Abbas, citado por la televisión Geo TV.
Abbas ha explicado que el acto del partido comenzó en una zona cubierta con lonas y la explosión ocurrió más de dos horas después, sobre las 16.10 horas, cuando el acto estaba a punto de terminar. Los vídeos difundidos en redes sociales muestran una potente detonación en la zona de los oradores mientras simpatizantes del grupo, incluidos niños, se movían por el lugar.
Abbas ha indicado que se han localizado rodamientos y otros elementos utilizados para hacer que la bomba –compuesta de entre 10 y 12 kilos de explosivo– fuera más dañina y ha apuntado que el grupo responsable ha sido ya «identificado». Además ha revelado que el explosivo tenía como objetivo a una persona «concreta» presente en el lugar.
Entre los fallecidos está el líder del partido en Jar, el maulana Ziaulá Jan, y el secretario general de la formación en Nawagai, Hamidulá Haqqani. También estaban presentes otros dirigentes del partido, como el maulana Yamaludín o el senador Abdur Rashid, según ha explicado el portavoz de JUI-F en Jíber Pajtunjua, Abdul Yalil Jan.
Por otra parte, las autoridades han informado de la detención de tres sospechosos y han recordado las reiteradas peticiones a Afganistán para que sus autoridades actúen contra grupos armados refugiados en su suelo y controlen la frontera.
EU pide a talibán revertir políticas contra derechos mujeres
Altos cargos estadounidenses han pedido a los talibán que reviertan las políticas implementadas desde que llegaron al poder en agosto de 2021 contra los Derechos Humanos, en especial contra los derechos de las mujeres y colectivos vulnerables.
El representante especial de Estados Unidos para Afganistán, Thomas West, y la enviada estadounidense sobre la situación de Derechos Humanos en Afganistán, Rina Amiri, han tenido una reunión con una delegación de los talibán en la capital de Qatar, Doha, en lo que ha sido un encuentro poco habitual defendido por Washington como una forma de «discutir intereses relevantes» sin mostrar un cambio de postura o acercamiento que les pueda dar ningún tipo de legitimidad o reconocimiento.
West y Amiri han expresado, además, su profunda preocupación por la crisis humanitaria y la necesidad de continuar apoyando a las organizaciones que brindan asistencia según los principios humanitarios.
También han rechazado la represión a los medios, los límites a la práctica religiosa y las detenciones, por lo que han instado a liberar de forma «inmediata e incondicional» a los ciudadanos estadounidenses. «Estas detenciones son un obstáculo importante para un compromiso positivo», ha advertido la parte estadounidense.
«Estados Unidos ha expresado su apoyo a las demandas del pueblo afgano de que se respeten sus derechos y de que sus voces den forma al futuro del país», reza un comunicado del Departamento de Estado estadounidense.
Asimismo, han reconocido la disminución de ataques terroristas a gran escala contra civiles afganos y la caída de cultivo de amapola, tras una campaña que ha reducido estos cultivos a cifras históricamente bajas en el país. En este sentido, han alertado del tráfico y venta continuos de opiáceos procesados y drogas sintéticas.
Por otro lado, la delegación estadounidense se ha reunido con representantes del Banco Central afgano y el Ministerio de Finanzas del país, que han remarcado los datos recientes que apuntan a una disminución de la inflación y el crecimiento de exportaciones e importaciones en lo que va de año.